domingo, 14 de septiembre de 2008

FECHA 2: Las acciones de UdeSA cotizaron en baja

Redacción: Galo Basualdo Moine
Fotos: Galo Basuldo Mone y Nicolás Miller

VICTORIA.- La segunda fecha del torneo de ADAU fue una piedra en la senda de la recuperación que venían transitando ambos equipos sanandresinos. Las chicas perdieron claramente contra su par de la UCA por 3 a 1, mientras que los varones fueron derrotados por un pragmático ITBA por dos tantos contra uno, en un partido tan falto de buen juego como la cancha de pasto. Una tarde para el olvido, con un frío que congeló los ánimos y la buena fortuna.

Las chicas no se tuvieron fe

El equipo femenino de UdeSA (las "Panteras Rosas") fue superado en todas las líneas por el cumplidor equipo de la Universidad Católica Argentina (UCA), que supo dar vuelta un partido que parecía complicársele luego de recibir un gol en el primer minuto de juego. Dicho tanto fue convertido por la batalladora Vero Poentiz, quien sacó un remate débil desde fuera del área, que picó y entró suavemente por el palo izquierdo de la arquera suplente visitante (la guardavalla titular no jugó por lesión). San Andrés pasaba a ganar así uno a cero prácticamente desde el vestuario.



El gol tempranero levantó los ánimos de las jugadoras locales, que siguieron yendo al ataque buscando aumentar la diferencia. Rebecka desde el fondo (estrelló un tiro libre en el travesaño) y Silvana en la delantera eran los pilares que sostenían la victoria de San Andrés. Pero de a poco las chicas de la UCA fueron ganando el mediocampo, y desde allí construyeron su recuperación. Dos jugadas consecutivas de las visitantes que terminaron con remates devueltos por los postes de la dubitativa Lu Hirthe, fueron la antesala de lo que ya parecía inevitable: el gol del empate. Finalmente la igualdad llegó a los 17 minutos de la primera etapa, tras una buena jugada colectiva de las Católicas, que desnudó las falencias defensivas que comenzaban a aparecer en la última línea de UdeSA; Maggie y Luli perdieron la marca, y una delantera visitante llegó libre por el palo derecho de la arquera Lu para simplemente empujar el balón a la red.

En ese momento comenzó el desconcierto local, y el concierto visitante, que se mantuvo firme en el juego colectivo, mientras San Andrés probaba con sucesivos cambios de jugadoras y posiciones que no dieron mayor resultado.

El segundo tiempo empeoró las cosas para las chicas de UdeSA, que tal vez hubieran sufrido mayor cantidad de goles en contra de no haber sido por la solidez defensiva de la norteamericana Rebecka, batalladora de toda la cancha. No tuvo el mismo rendimiento la otra “gringa”, Julianne, quien nos tenía acostumbrados a un mayor despliegue. Las demás jugadoras locales fueron intermitentes en su desempeño, fruto tal vez de las continuas entradas y salidas del campo que fueron experimentando. De las “made in Argentina”, fue destacable el empuje que mostró Pili Cristóbal, pese al temor que por momentos le ocasionaba la pelota aérea. Sirve también la voz de mando que demuestra Flor Neto cuando está dentro del campo, y el hambre de gol de Vero Poenitz y Sil León.

Volviendo a los acontecimientos, el segundo gol visitante llegó a poco de haber iniciado la segunda etapa (cinco minutos), tras una pelota aérea que Lu Hirthe salió a buscar a destiempo, obnubilada por el implacable sol del mediodía de Victoria. Blooper y dos a uno para la UCA. Esa fatídica acción le valió el cambio a la guardameta local, dejando su puesto en manos de Luli Pagnoni. En el último cuarto de juego, “la sucia” Flor Perona (número ocho de las Católicas) se puso el equipo al hombro, y con su empuje ayudó a que las acciones se concentraran en el campo de San Andrés. Fue así que a los 20 minutos llegó el tercer y último gol de la UCA, para cerrar el resultado; definición rasante al palo derecho de Luli Pagnoni, que miró indiferente el ingreso del balón.


Conclusión: si bien fue un partido poco feliz para UdeSA, es importante destacar que todavía se trata de un equipo en formación, y que ya no se sufren derrotas por goleadas. Ya no hay un conformismo perdedor, y las rivales lo notan. El diálogo que se transcribe a continuación, entre la arquera titular de la UCA (lesionada) y la suplente (al arco) demuestra esta transformación en la percepción ajena:
- ¿Cómo van?
- Uno a cero abajo.
- ¿Te metió un gol UdeSA? ¡Estamos mal entonces!
- No te creas, mejoraron mucho…

Ánimo chicas, que con entrenamiento y juego colectivo saldrán adelante. Y hablando de entrenamiento y bloopers, les recomendamos a continuación que vean una práctica nocturna de cabezazos donde se destaca la tarea de Vero Poenitz (tiene sonido!)




La fórmula del ITBA: (Aspereza+Prgamatismo) x 2 llegadas = 2 goles

El equipo masculino de UdeSA sufrió una derrota inesperada de 2 a 1 ante un rival rústico pero eficiente, como fue el conjunto de ITBA. El buen juego que quisieron proponer los visitantes sanandresinos se vio empañado por el pésimo estado del campo de juego y por la avidez defensiva de los ingenieros, que calcularon milimétricamente las escasas situaciones de gol que generaron. Asimismo, se notaron las numerosas ausencias que sufrió San Andrés en relación a la fecha pasada, lo que influyó a la hora de generar un juego colectivo.


El primer tiempo fue todo de los visitantes, más allá de un error que costó caro. Ya en el minuto inicial, Juampi Sánchez Loria entró por sorpresa por el costado derecho del ataque, recibió un buen pase en diagonal de Javo y terminó chocando en su carrera con el arquero, yéndose la pelota al córner. Pero la frialdad de los locales hizo que no se dejaran abrumar por el malón ofensivo de UdeSA, y a los seis minutos capitalizaron al máximo la primera y (casi) única chance de gol de la primera etapa: córner desde la derecha, rebote, centro de afuera del área, la defensa que pierde la marca y el delantero del ITBA que define seco en la puerta del área chica. Uno a cero, y baldazo de agua fría, que dado el clima de la tarde se congeló al caer sobre los hombros de un equipo que no podía entender un gol tan outlier.

Pasado el mal trago, San Andrés siguió acorralando a su rival, y a los 17 minutos llegó el empate: tiro libre frontal de Emi Anselmi, choque del arquero con un defensor y Lucas que salta por encima de todos para marcar su primer tanto en el torneo.

No conforme con el empate, UdeSA siguió yendo al frente. Otra vez Anselmi tuvo una chance de tiro libre, pero esta vez pegó en la barrera. Luego fue el turno de Rama Alonso, quien se animó a probar al uno del ITBA, pero su disparó salió sin mucha violencia. El llanero Juampi tuvo tres chances más para aumentar el marcador, y muy claras, siempre entrando solo por el vértice derecho de la ofensiva; en una su remate rebotó en el defensor, en otra, luego de un yerro del líbero local, su definición fue contenida por el arquero, y en la última (luego de un taco exquisito de Lucas) no pudo decidirse entre patear al arco y tirar el centro, dando por resultado un disparo híbrido sin destino. Lucas también tuvo su oportunidad para sumar en la red, pasados los 30 minutos: quedó mano a mano con el guardameta, pero su “vaselina” se fue por arriba del horizontal.


En medio de este vendaval de fútbol agresivo de los visitantes, los ingenieros se limitaron a confiar en su suerte y a aprovechar los numerosos tiros libres con que fueron beneficiados, buscando alguna desatención defensiva de San Andrés, como en su primer gol. El azar fue generoso con ellos, y a los 26 minutos casi logran el segundo tanto en una extraña jugada donde la pelota cruzó la línea del arco visitante en dos ocasiones.

En el segundo tiempo, el clima y el campo de juego se adueñaron de las acciones. ITBA congeló el partido con un juego especulativo y la irregularidad del terreno socavó las intenciones de jugar la pelota por abajo que siempre mostraron los hábiles sanandresinos. Precisamente, el gol de la victoria de los locales llegó por arriba a los 8 minutos del complemento, luego de un centro de tiro libre (otro más de los tantos que les cobraron por “mancha” de los defensores de UdeSA), que un delantero aprovechó cabeceando en el punto de penal.

A partir de allí, el cansancio se hizo notar (sobre todo en aquellos jugadores que venían de disputar otro partido el mismo día), y fue necesario recurrir al banco de suplentes. El ingreso de Mauro y José le aportó oxígeno a la ofensiva de San Andrés, pero sin alcanzar la profundidad de la primera etapa. Ivo Charnas desapareció por completo del partido, y Javo no pudo hacer olvidar a Julián: pese a ser designado enganche, terminó jugando de doble cinco dadas las dificultades de Taylor para adaptarse a su rol de marcador de punta por derecha en un esquema de línea de tres.



Del resto del segundo tiempo, no hubo más episodios significativos. ITBA se refugió mezquinamente en la diferencia mínima (y en permanentes pérdidas de tiempo), y los visitantes no pudieron resolver la ecuación defensiva propuesta por los ingenieros: el recorrido de la variable “situaciones de gol” fue tan incierto como el de la pelota. Sólo resta destacar la lesión de Ale Vander a 25 minutos del final, luego de caer mal en una jugada por el córner, situación que lo obligó a abandonar la cancha. El cuerpo médico informó que sufrió una lesión en la cadera, y se está estudiando el tiempo que le llevará la recuperación. Este hecho desgraciado se suma a la lesión en la rodilla izquierda que sufrió su reemplazante, el eterno Korganoff, con pronóstico reservado hasta el momento.

Conclusión: una tarde gris por donde se la mire, donde no se supo revertir el estilo de juego del rival y las malas condiciones del terreno. Para reflexionar, quedan picando las palabras del experimentado zurdo Anselmi al terminar el cotejo: “Somos un equipo inmaduro, nos cuesta sacar adelante un gol en contra, y dos se nos hace casi imposible”. Que cada cual saque sus conclusiones, y asuma su parte. El camino al título es largo, y es mejor tropezar ahora que hay tiempo para corregirlo.




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