El equipo masculino de fútbol de UdeSA cosechó su primer triunfo en el torneo.
En general fue un partido parejo, sobre todo en la primera parte, que San Andrés liquidó de entrada y a partir de entonces se plantó de contra aprovechando la velocidad de sus delanteros, y la sapiencia de Pablo Charnas. En el segundo tiempo, los de UdeSA desperdiciaron innumerables chances, que podrían haber sellado una goleada histórica, y terminaron sufriendo hasta el último minuto los manotazos de ahogado de UADE por empatar.
La primera jugada de peligro llegó al minuto, cuando Pocho Charnas apiló jugadores gracias a su habilidad internacional, y puso un pase para “Speedy” Berardi, que desvió el remate.
A los dos minutos hubo que parar el juego, dado que las camisetas de ambos equipos eran casi idénticas, y uno de los jueces de línea no atinaba a diferenciarlas (tampoco mejoró mucho su percepción luego, pero eso es otra historia). Hubo un instante de incertidumbre porque los locales no tenían casacas alternativas, y no quedaba otra opción que jugar con el torso descubierto. Pero cuando se cierra una puerta, siempre se abre una ventana, y fue entonces que apareció el DT de Di Tella (cuyo equipo había estado entrenando antes del encuentro) y ofreció las casacas naranjas de sus dirigidos. Palmas para su camaradería.
Parece que la pausa y el cambio de camisetas (“Ahora ganamos porque a Di Tella los tenemos de hijo”, comentó el 12 Galo Basualdo) le vino bien a los de Victoria, porque a los 4 minutos alcanzaron el que sería el único tanto del partido: jugada confusa entre Juampi y Mauro Berardi por derecha, la pelota que queda boyando en el área y Lucas que llega por izquierda para definir bajo y cruzado con el empeine (tal vez en off-side). Otra aparición de este muchacho que se ha convertido en el goleador del equipo, con sus tres tantos.
La cancha de Excursio les sentó bien a los de Victoria.
UADE no pudo reaccionar rápido ante este gol tempranero, y eso permitió que Pocho Charnas tomara la batuta y encabezara otros dos ataques peligrosos que pudieron haber aumentado el marcador, a partir de las corridas del “correcaminos” Berardi y del “tranco largo” Escudero.
Sin embargo, pasado el sofocón, el local mostró signos de vida, y se mandó al ataque adelantando todas sus líneas, tendencia que continuaría prácticamente hasta el final del partido. Entretanto, San Andrés se replegó inteligentemente para jugar de contra, valiéndose de la ya mencionada velocidad de sus puntas. A los 9’, un tiro libre en la puerta del área fue el primer llamado de atención para los de Mantaras, pero Pancho García detuvo el remate sin complicaciones. Los siguientes diez minutos fueron un monólogo de UADE rematando de media distancia y enviando centros, pero sin llegar a hilvanar jugadas demasiado peligrosas.
UdeSA respondió a los 25’, con un cabezazo de Lucas –tras un córner- que bajó por encima del arquero, y que hizo gritar gol a casi todo el banco de suplentes. Luego de esa jugada, llegó un intento fallido de Gonzalo Korganoff por echar un centro, errándole a la pelota, que generó la siguiente reflexión por parte del plateísta Agustín Alberio: “Gonza tiene dos derechas… y es zurdo”.
Las indicaciones de Pancho a sus defensores fueron fundamentales para alejar el pelirgro del área.
La segunda jugada de real peligro por parte de los empresarios llegó a los 33’, luego de otro tiro libre desde la izquierda del ataque: el arquero Pancho que resbala al salir a cortar y el defensor “Maurito” que despeja un balón con probable destino de red.
A los 35’ se produjo la primera modificación en los visitantes, forzada, dado que Juan Pablo “el chico diez” Sánchez Loria sintió un pinchazo en los gemelos, y el DT prefirió resguardarlo, mandando a Javier “temperamental” Tello a la cancha.
La primera etapa se cerró con una jugada sanandresina de contra: Pancho que manda un pelotazo largo desde el arco, Mauro Berardi que la corre, la aguanta y manda un centro que es cabeceado por el ex Platense Emi Anselmi, pasando cerca.
Esta vez el DT Mantaras acertó en sus decisiones.
En el entretiempo la charla apuntó a mantener la estructura de juego planteada hasta entonces, para usar a favor la desesperación de los locales, que seguramente redundaría en mayores espacios. Con el fin de darle más aire y dinamismo al equipo, el DT Mantaras hizo ingresar a Nacho Mingorance de ocho (por Gonza), hizo bajar a Ale Vander a jugar de tres y delegó la función de enganche en Javo.
Los cambios dieron sus frutos, y los primeros diez minutos del complemento fueron todos de San Andrés, a puro toque y distinción de sus jugadores ofensivos. Recién a los 12’ los de UADE aproximaron peligro a través de la eterna “Bestia”, que entró solo por la izquierda, capturando un centro y rematando alto, fuerte y lejos. Esa fue la única aparición de este veterano jugador, que ya no impone el respeto de otros años, y que tal vez esté cerca del retiro.
A partir de los 15’, los jugadores visitantes comenzaron a mostrar signos de agotamiento, luego de tantas corridas ofensivas, y se acumularon numerosas amarillas, casi siempre por llegar tarde al cruce con un rival. Los de la Universidad de la calle Lima aprovecharon la coyuntura, y comenzaron a tomar la iniciativa del juego, pero sin demasiada profundidad. Fue entonces que Mantaras apeló de nuevo al banco de suplentes, e hizo ingresar primero a Ivo “peluca” Charnas, y luego a José “métanme en una cadena” Escalante, a fin de manejar mejor la pelota de contra, con más pausas. Puede decirse que fue una decisión más que acertada, porque los juveniles sanandresinos se cansaron de generar peligro en el área rival, en buena sintonía con Pocho, Lucas y Javo, pero sin llegar a concretar ninguna de las innumerables y claras situaciones. Cabe destacar que, más allá de la imprecisión a la hora de definir, tuvo un rol preponderante el uno de UADE, quien tapó sin despeinarse todos los mano a mano a que fue expuesto.
Pero cuando todo parecía indicar que San Andrés iba a estirar por varios goles la diferencia mínima, el local se fue de nuevo al ataque en los últimos cinco minutos, esta vez con más precisión y peligro que durante todo el resto del cotejo. El juez estiró innecesariamente el segundo tiempo hasta los 49’, y los minutos parecían caer en un reloj de arena húmedo. El banco visitante sufría cada incursión de UADE en el ataque, temiendo que se les escapara la tan anhelada victoria, sobre todo después que el arquero suplente Galo Basualdo deslizara su inocente comentario de “No sea cosa que nos empaten”, que generó todo tipo de amenazas irreproducibles por parte de sus colegas… Sufrimiento, pitido final y desahogo (sobre todo para Atila Basualdo).
La hincahda visitante puso su cuota de aliento para que la victoria fuera posible.
Parece que el cambio de día y horario le sentó bien a los sanandresinos, y ya hay tratativas para que el próximo torneo se juegue de local en la cancha de Excursio. Los que también serán contratados como parte del elenco estable son el Mono Miller, Agustín “la acidez que no esperabas” Alberio y el “Enano” Esteban Russo, que aportó todo el colorido de la hinchada con sus zapatillas (alegó que no había talle de hombre cuando fue a comprarlas). Salud UdeSA, que este partido marque un nuevo rumbo, y nos recuerde el hermoso sabor de la Victoria.

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