Las rosas se las vieron negras
Ya al primer minuto de juego, las de UP se pusieron en ventaja, demostrando todo su poderío ofensivo: desborde por derecha del ataque, centro y cabezazo certero, inatajable para la arquera Lu Hirthe (que tuvo un mediodía para el olvido).
Cinco minutos más tarde, y sin que las Panteras Rosas mostraran reacción alguna ante la adversidad, llegó el segundo gol visitante, fruto de un nuevo blooper de la uno de UdeSA (tercero suyo en el torneo): toma la pelota en el aire, y la apoya para sacar de abajo, creyendo que no estaba en juego, y tomando carrera para pegarle. La delantera palermitana aprovechó semejante regalo sin ponerse colorada de la vergüenza ajena, y puso las cosas 2 a 0 a su favor.
Pese a la goleada en curso, y al claro dominio que ejercían las palermitanas, las de UdeSA se sintieron heridas en su amor propio, y en los últimos minutos de la primera etapa se animaron a jugar de igual a igual. Así fue que de la mano de las gladiadoras Sil León y Vero Poenitz pudieron gestar algunos ataques, que despertaron de su letargo a la arquera visitante. Entre estos arrebatos, se destacaron una corrida solitaria de la 11 (Silvana) que derivó en foul, amarilla y tiro libre en la puerta del área, que Luli Pagnoni estrelló en la barrera.
A dos minutos del final de la primera etapa “ardieron las palmas” (Mantaras dixit) cuando las de rosa (o “de rosita”, según la jueza) llegaron por primera vez al área rival con pelota dominada: la pelea Vero en mitad de cancha, la juega en pared con Silvana y nuevamente la jugada se diluye en los pies de Luli Pagnoni, con un remate desviado.
Las defensoras locales no le encontraron la vuelta a la marca en pelota detenida, y pagaron caro sus errores.
En la segunda parte continuó el amplio dominio palermitano, con otros cuatro goles, pero con más llegadas de las locales. El DT de UdeSA echó mano a los cambios, y puso a Andrea Hansen al arco, y a Lu Hirthe a cometer errores inocuos en la mitad de cancha.
Al minuto de juego las visitantes se pusieron 5 a 0 arriba con un remate de media distancia que la arquera Andrea llegó a tocar pero sin la suficiente fuerza para desviarla. Dos minutos después, las de negro dieron muestra de buen toque y definición, armando una pared por derecha, que culminó en un disparo a quemarropa que pasó por sobre la humanidad de la arquera de UdeSA, pegó en el travesaño y se metió en el arco sin objeciones; 6 a 0, y… ¿lo digo o no lo digo?
No, no lo diga, porque a los 5 minutos llegó el séptimo tanto de UP, con la “intratable” número 11 entrando por la derecha (el peaje defensivo local tenía las barreras levantadas) y definiendo certeramente. Y a los 8 minutos se selló el marcador con el gol número ocho (¡cuántos ochos!) después de una jugada de futsal de las delanteras visitantes. En este momento, los ánimos eran tales que el DT Mantaras grito al aire: “Presento mi renuncia” (finalmente se lo convenció de que había cosas peores, como un final de Fenómeno Político, y que su decisión era un tanto apresurada).
Nuevamente hubo cambio en el arco de UdeSA, a pedido de la propia Vero Poenitz, que sacó pecho (obviar el chiste fácil) y enfrentó la adversidad de hacerse cargo de una de las vallas más vencidas del campeonato. Parece que a esta muchacha no le queman los guantes, y lo demostró al mantenerse invicta el resto de los minutos de juego.
Conclusión: esperamos que el obligado receso por fin de semana largo del 12 y por imposibilidad de jugar de las rivales del último sábado 18 de Octubre (UTN) sirva para ajustar las piezas en un equipo que venía en franca mejoría, pero que padeció amnesia de juego ante un rival implacable. Vamos chicas, que ustedes están para mucho más. Sólo falta que se convenzan de ello, y que sigan trabajando duro.PD: Ya que estamos con ochos… Están en una fiesta de ceros, y de repente entra un ocho, y todos lo miran. Entonces el ocho comenta: “¿Qué, no se podía venir con cinturón?” (ruido de redoblantes, por favor).
De nuestro enviado especial Ramiro Alonso
En la primera etapa hubo algunas chances de gol y se armaron lindas jugadas, con llegadas claras, hasta el penal en contra, alrededor de los 10 minutos: un delantero de UTN le gana en velocidad a Ale Vander, quien lo derriba alevosamente dentro del área, ganándose la tarjeta amarilla. El arquero Pancho contuvo magistralmente el remate, pero el jugador local que había rematado capturó el rebote antes que todos, marcando el 1 a 0. Ahí fue la primera caída moral del equipo.
Sin embargo, UdeSA se fue en búsqueda del empate, al igual que en el partido frente al ITBA, y también como en aquella oportunidad lo alcanzó a través de los pies salvadores de Lucas Escudero (pasados los 20’ de juego). Este tanto dio nuevos ánimos a los jugadores visitantes, que siguieron animándose a llegar al arco de UTN con peligro: en un avance, Emi Anselmi probó al uno local de media distancia, estrellando la pelota en el travesaño.
La suerte no parecía estar del lado de San Andrés, y para confirmarlo alrededor de los 35’ de la primera etapa llegó el segundo gol local, a través de un remate inatajable desde más de treinta metros que bajó de golpe para colarse por detrás del uno de UdeSA. Nuevamente una caída anímica, y la necesidad imperiosa de sacar adelante el resultado como fuera.
Pero en esta ocasión no hubo un gol milagroso que emparejara el resultado, sino que todo lo contrario. UTN cerró el marcador en la segunda etapa, luego de que un jugador robara el balón en la mitad de cancha, poniéndole un pase en profundidad a un delantero solitario; el arquero Pancho García hizo todo lo posible para evitar la caída, deteniendo el primer intento, pero el de UTN capturó el rebote y habilitó a un compañero que llegaba por detrás, para que éste convirtiera con la valla vacía. 3 a 1 y salida de los jugadores de UdeSA por el foro de la cancha, dejando la actuación solamente en manos de los locales.
Conclusión: el equipo debe aprender a poner el cuerpo, ganar la pósición y la posesión de la pelota y después jugar, ya que los rivales ganan todos los balones divididos por jugar displicentes; se percibe que los de UdeSA no van convencidos al cruce. Reflejo de esto fueron las palabras finales del DT Mantaras, cuando acusó a sus jugadores de no poner la garra necesaria para enfrentar este tipo de partidos: “Siento impotencia... Muchachos, ¿qué quieren hacer? Fútbol no nos falta, pero al 50 % del equipo le falta h…”

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