El partido fue muy extraño y cambiante, con excesivos roces y mala intención por parte de los visitantes –de casaca naranja flúo-, que fueron muy efectivos a la hora de concretar sus escasas llegadas; en palabras del DT Martín, los de UTN “llegaron tres veces y metieron tres goles”. Todos los tantos se vivieron en el primer tiempo, donde cada vez que los de UdeSA empataban, enseguida los rivales aumentaban la diferencia. En el conjunto local se destacó Emi Anselmi, que acalló las voces del retiro con un soberbio golazo de tiro libre (ver video abajo); también fueron interesantes los minutos que Diego Reimundes estuvo en cancha, donde casi se viste de héroe alcanzando el empate cerca del final. Mauro Berardi (por segunda vez en el torneo) y Lucas Escudero se fueron expulsados por agresiones verbales a la terna arbitral, dejando al equipo con nueve jugadores en menos de un minuto, y en el peor momento del partido (aunque el caso de Lucas fue fruto de un error de interpretación). El resto del equipo tuvo un desempeño chato, principalmente de mitad de cancha para atrás, donde se extrañó la garra pergaminense de Maurito Papa Ríos. Se abusó del pelotazo para los delanteros, y hubo poco pase por lo bajo. Pablo Mayo no entró nunca en sintonía con el resto del equipo, y su rol de enganche fue alternado con Rama Alonso primero y Ale Vander después, sin demasiado éxito; fue entonces que se extrañó la habilidad de Genoud para afrontar este tipo de choques.
Cuando todo parecía indicar que los de UdeSA se impondrían en el juego con tranquilidad, el primer ataque de peligro del partido llegó desde el costado derecho del ataque visitante, a partir de una distracción defensiva, que derivó en un córner a favor de los de naranja. Acto seguido, y para sorpresa de todos, un jugador de UTN (el número 5, Adrián Gorosito) cabeceó solo en el borde del área chica, para cruzar la pelota al palo derecho de Panchito, que voló sin resultado. Iban apenas 3’ y el marcador ya estaba 1 a 0 abajo, para fastidio de todo el banco local. Pero enseguida los de la cruz azul respondieron, hilvanando algunas jugadas interesantes, a partir de pases entre líneas para la corrida de sus delanteros. Así fue que a los 6’, Santi Sautúa se llevó un balón por derecha y tiró un centro milimétrico para la entrada de Emi Anselmi, que cabeceó con potencia y la pelota se fue rozando el ángulo, coronando casi con el gol una jugada “de pizarrón”. Finalmente, a los 9’ llegó el empate tan necesario para calmar los ánimos, cuando un defensor visitante derribó a Lucas mientras éste intentaba parar una pelota área. Doce pasos para Ale Vander, que no falló y clavó un remate genial al ángulo superior derecho del arquero, que voló bien pero no pudo hacer nada ante la precisión del tiro (segundo gol en el torneo para Vander, ver video abajo).
La cordialidad quedó sólo para el comienzo.
Parecía entonces que arrancaba “todo novo de novo”, con San Andrés imponiendo su superioridad colectiva e individual, frente a un limitado contrincante. De hecho, los siguientes minutos fueron un monólogo de los locales echando centros desde ambas puntas, sin demasiada suerte, pero demostrando vocación ofensiva. Sin embargo, y como dice Sabina, “el destino es un maricón sin decoro”, y el azar favoreció a los ingenieros, que a los 20’ se encontraron con un nuevo regalo de los de UdeSA: toda la defensa se durmió y el número 17 (Matías Barriale) se escapó solo por la izquierda, Panchito salió a destiempo y con las piernas a cortarlo, pero el ingeniero lo esquivó, se fue solo frente al arco, remató suave, Félix se arrojó desesperadamente adentro del arco evitando que la pelota entrara, pero con tanta mala suerte que la esfera caprichosa volvió a los pies del rival, que no tuvo más que caminar hacia el interior de la red para poner las cosas 2 a 1 a favor de UTN, dejando al defensor y al arquero enredados y fastidiosos.
El gol en contra fue un nuevo electroshock para los de Mantaras, que veían cómo todos sus esfuerzos de ataque se desvanecían por los traspiés defensivos. Lucas fue el que más tomó la bandera de la resurrección, y no paró de correr por todo el frente ofensivo; muchas de sus escapadas terminaron con un centro atrás peligroso, pero sin que llegara nadie para darle cierre a la jugada. Dos pelotas paradas marcaron lo que parecía una nueva remontada anímica y futbolística de UdeSA. A los 35’, el equipo dio señales positivas en defensa, cuando todos supieron salir a tiempo en un tiro libre, para dejar a los jugadores de UTN en off-side. Y a los 39’, Emi Anselmi dijo presente en la red por segunda vez en el año, con un tiro libre ejecutado desde la derecha, a unos cinco metros fuera del área: su remate fue impecable, formando una parábola perfecta que cayó por detrás de la estirada del arquero, metiéndose en el ángulo izquierdo del mismo. 2 a 2, besos y abrazos, y ahora sí, las nubes de duda que se estaban despejando casi del todo…
Ale Vander convirtió el primer penal a favor de UdeSA en el 2009.
Pero, otra vez, la alegría duró “lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks”, y UTN se puso en ventaja –esta vez en forma definitiva- a los 40’, tan solo un minuto después de la obra maestra del mayor de los Anselmi: otro yerro en la defensa de San Andrés, y el número 8 (Javier Almitrano) “dijo hola y adiós” y se coló solo por el centro del área, con una vaselina impecable que dejó a Pancho preguntando si por ahí pasaba el 60 del Bajo, para definir solo frente al arco, sellando el 3 a 2 definitivo. Así, y con pronóstico reservado, el primer tiempo se fue con una jugada de Lucas, que no pudo conectar un centro preciso de Rama Alonso, ensayando una tijera fallida bajo el arco.
En el entretiempo, el DT Mantaras intentó despertar a sus dirigidos con reproches y advertencias, y en cierta medida lo logró, porque la segunda parte fue un unipersonal de San Andrés, con UTN defendiéndose bajo cualquier precio, incluso ensayando una línea de seis y hasta siete defensores. Ante la mezquindad de los rivales, y la falta de respuesta futbolística de algunos de los suyos, Martín echó mano al banco. Pablo fue el primero en salir, reemplazazo por Mauro Berardi, y con Rama Alonso pasando a jugar de enganche. Enseguida también salió Nacho Anselmi, entrando Diego, y haciendo que Emi juegue de cinco, posición en la que no rindió tanto. Diez minutos más tarde fue el turno de Gonza K., que entró -a jugar de tres- por un agotado Rama, pasando Vander a ser el nuevo enganche.
Si bien el equipo iba para adelante, no encontraba claridad ni tampoco se notaba una convicción muy marcada, tal vez confiados en que el paso de los minutos daría la respuesta al cerrojo defensivo planteado por los de naranja. Ante la carencia de juego colectivo, Emi probó la individual a los 25’, apilando varios contrarios, y haciendo que la tribuna despertara de su silencio expectante. A los 36’, llegó la más clara del complemento, que pudo haber sido el empate tan deseado: Lucas que se escapa por derecha y le pega, el arquero que la tapa pero da rebote para adelante, Diego Reimundes que entra con olfato goleador para aprovechar el regalo, patea solo bajo el arco… y su tiro que se pierde por encima del travesaño. Quedó claro en esa jugada que San Andrés no saldría del boulevard de los sueños rotos, y que las cartas ya estaban echadas: pierna le gana a par, y por eso UTN se iría del bosque de Victoria con su valija llena de tres puntos.
La derrota no es grave desde el punto de vista de los puntos y el sistema de clasificación actual (los primeros ocho equipos juegan entre sí en dos grupos de 4, pares e impares separados, para luego quedar dos en cada uno, que juegan semi y final). Es decir, en esta parte del torneo da lo mismo salir primero que octavo, pero eso no implica que tiene que dar lo mismo jugar para primero que para octavo. Es preocupante el inestable rendimiento colectivo y de algunos casos puntuales, y se están dejando en el camino puntos de locales, que valen oro, considerando que es una cancha que le sienta muy bien al estilo de este equipo. Cada uno, desde el DT hasta el último suplente, debe reflexionar y completar su propia matriz FODA, y con humildad reconocer lo malo y lo bueno, para seguir creciendo. Hay buena materia prima para que el producto final sea de calidad, sólo hay que ver qué parte del proceso de producción hay que ajustar, para que no caiga la venta de buen fútbol.
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